martes, 13 de abril de 2010

MADE IN FINLAND

FINLANDIA IV



Rovaniemi, ciudad por dónde pasa el círculo polar ártico, uno de los principales paralelos del globo. Residencia oficial de Santa Claus, puerta de Laponia, es una región fría, muy fría, pero dónde también podemos disfrutar de un espectáculo de la naturaleza como pocos: las auroras boreales.
Y lugar dónde concebí a mi hijo.

Para que esta entrada alcanzase altas cotas de lectura, lo suyo sería comenzar a narrar un romance con algún finlandés arrebatador, sensible, varonil, atrevido, misterioso, aventurero, gran viajero, muy rubio (cómo no) de hipnóticos ojos azules, rasgos perfectos y armónicos, complexión atlética (pero no demasiado) con una voz aterciopelada, grave y profunda y que cayó fulminado a mis pies al verme. Afortunadamente, esto es la vida real. Bajo mi punto de vista, siempre mejor que la ficción.

Viajé a Finlandia con el padre de mi hijo. Y de todo lo inolvidable que viví allí, él, es lo mejor que me llevé de mis "meses nórdicos", obviamente.

De todas formas, espero ser capaz de convencer a todo aquél que lea esto, de que la magia, los parajes de belleza indescriptible, la quietud que encierran aquellas bajas temperaturas, son elementos inherentes a este rincón del Mundo, indistintamente de las circunstancias de cada viajero. Y todo ello, sin necesidad de jugar a que soy una escritora en ciernes, y liarme a describir cielos de forma pomposa y anodina.

Desde Helsinki se puede llegar a Rovaniemi por carretera o en avión. Yo escogí la segunda opción. Es una hora de vuelo, cómodo, rápido y adentrarse en el espacio aéreo del Ártico no es algo que se haga todos los días.

Lo primero que llamó mi atención, fue el frío. Lo sé, ¿qué raro, no? Cuando salí del aeropuerto, noté el aire gélido recorrer mis bronquios y la sensación fue gratificante y extraña a la vez; por un lado me sentí muy viva, y por otro, el hecho de notar el aparato respiratorio sacudido por el frío que contrasta con nuestra temperatura interna...fue algo nuevo.

Todavía hoy, cuando pienso en Rovaniemi, siempre me viene a la mente la forma en que el Sol despliega sus encantos; su discreción raya la perfección: sólo perceptible al sentido de la vista. No calienta un ápice y lo ilumina todo majestuosamente, y los cristales de hielo que revolotean en el aire, quedan suspendidos, como atrapados por su luz.



Por supuesto, tengo la clásica foto en el cartel que informa de que te encuentras en el círculo polar ártico. Pero prefiero poner esta:

VILLA DE SANTA CLAUS




LEYENDAS Y ANCESTROS SOBRE LA AURORA BOREAL

En Finlandia, la aurora boreal (que significa amanecer del norte) recibe el poético apelativo de "revontulet" es decir, el fuego del zorro. La tradición finlandesa cuenta que esas luces brillantes se producen cuando el polvo de nieve levantado por la cola de un zorro produce chispas que se elevaban hasta el cielo y brillan bajo el reflejo de la luna. Cortinas de luces de colores que van desde el rosa hasta el púrpura, pasando por el rojo, verde, azul, naranja, amarillo, que parecen mecidas por el viento, con una sugerente ondulación.

En el idioma saami, las luces del norte se llaman "guovssahasah" que significa “el Sol que brilla intensamente en el cielo por la mañana o por la noche”

Durante la Edad Media, cuando las supersticiones, leyendas y demás se erigiron en amos de los destinos de todo supersticioso, se creía que estas luces significaban el enfrentamiento de guerreros celestiales.
Los lapones estaban familizarizados con este caprichoso, a la par que imprevisible juego de luces.

Hay una leyenda esquimal, según la cual, la aurora boreal era un sendero estrecho, sinusoso y peligroso que conducía a las regiones celestiales y su luz se debía a la llegada de los nuevos espíritus. Los límites de la tierra y el mar están rodeados por un inmenso abismo, en el que hay un sendero estrecho y peligroso que conduce a las regiones celestiales. Sólo el cuervo y los espíritus de aquellos que tienen una muerte voluntaria o violenta han recorrido este sendero. Los espíritus que viven en el cielo encienden antorchas para borrar los pasos de las nuevas llegadas cerrando así el acceso a los confines celestiales; ésa es la luz de la aurora boreal.


El sonido silbante y chasqueante que acompaña, a veces, a la aurora son las voces de esos espíritus intentando comunicarse con las gentes de la Tierra. Se les debería contestar siempre con voz susurrante. A los espíritus celestiales se les llama ‘"selaimut", (sky-wellers/ moradores del cielo)


Dado que no tuve la suerte de que ninguna aurora boreal se exhibiese en todos sus encantos, he buscado en internet y he tomado prestadas algunas espectaculares.







Pero de todas las fotos que me hice en mi periplo nórdico, la mejor sin ninguna duda es esta:



(En realidad no corresponde al periodo exacto, pero es la única que tengo escaneada)

Tampoco sé si la música de Forrest Gump es muy acertada, pero desde luego es mi BSO favorita, y si debe ir en alguna entrada en mi blog, este es el lugar.

Para mi aurora boreal.


19 comentarios:

  1. Hola Carme!

    Que alucinantes que son las fotos de la aurora boreal y que suerte poder compartirlo con alguien especial! :D

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  2. Muchas gracias Isabel. Las fotos, cómo habrás leído, no son mías OJALÁ!!! Pero es cierto, que mis días en Rovaniemi, y en general en tierras nórdicas, los recordaré siempre.

    Un abrazo!

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  3. Hola guapa,
    Nosotros también guardamos muy buenos recuerdos de aquellas tierras. Recuerdos, que ahora al leerte he vuelto a revivir. Bonito post. Se nota que tu estado de ánimo ha cambiado y que te sientes más optimista ¿me equivoco? ¿Será la primavera? ¿Será que se acercan las vacaciones? ¿Alguna cosilla que se me escapa?. Me alegro de que veas las cosas de otro color. Tengo muchas ganas de verte en Barcelona.

    Un abrazo

    M.Teresa

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  4. M.Teresa, yo también tengo muchas ganas de veros en Barcelona. Ojalá Patricia se anime, me gustaría conocerla.

    Sí, mi estado de ánimo ha cabiado. Es por todo un poco, y bueno, quizá alguna cosilla que se te escapa ;)
    Un abrazo y recuerdos a JM

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  5. Juraria que este medio dia comente el relato...
    Me encantan las auroras boreales.. es uno de mis sueños poder verlas algún día!! y lastima que no vieras ninguna... Yo veré a tu "aurora particular" no???

    Un abrazo!

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  6. Víctor, el día que llegué, pregunté en el hotel y me dijeron que la noche anterior había habido una en tonos amarillos y dorados, y que durante toda la semana pasada había habido cada noche. Tuve mala suerte. Pero, no te preocupes que volveré, y esta vez con mi hijo para enseñarle su "segundo país" (es un decir)

    Siiiiii, le verás, le verás, jejejejeje Ya verás que cosa más graciosa, jejejeje

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  7. Es un placer compartir los viajes contigo, aunque sea virtualmente.

    Un abrazo

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  8. holaaa Carme!!
    Me encanto la historia verdadera de Finlandia, no sabia que tenias esos dotes de escritora! que way! de verdad es un cuento... me gusta bueno, voy a seguir con tu pagina que me super engancho!
    un besazo linda!!!!
    andy

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  9. Luís Antonio, y un placer saber que me lees ;) hace que me sienta pequeñita, ante un gran escritor y pensador cómo tu, es todo un honor.

    Andy muchas gracias!!!! Seguiré esforzándome para engancharte durante mucho tiempo ;))

    Un abrazo

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  10. Haces que me sonroje, Carme. El comentario que haces en mi última entrada es de mucha categoría.

    Besos

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  11. Luís no me tomes el pelo, que soy altamente impresionable, hipersensible y con una vanidad que juega con las nubes, jejejejeje

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  12. Muy interesante, Carme.

    Ver una aurora boreal es algo que me encantaria tener la ocasion de hacer algun dia. Me fascinan desde que era pequeño. Por cierto, no sabia que en ocasiones van acompañadas de sonido, pensaba que el espectaculo era solo visual.

    A tu aurora boreal particular espero conocerla muy pronto.

    Un abrazo.

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  13. Floren, gracias por visitarme, leerme y dejarme estas palabras. La verdad es que eso dicen, supongo que debe formar parte del fenómeno meteorológico, pero poco frecuente.

    Yo también espero poder ver alguna algún día.

    Un abrazo guapo que pronto nos vemos!!

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  14. Preciosa...sigue ahí donde estás sabiendo que hay auroras boreales y que están ahí para q tú sigas andando hacia ellas.

    Te veo prontito... eso creo!!!

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  15. Hola "anonimo" gracias por tus palabras, siempre en "nuestro" idioma ;-)

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  16. Muy buenos tus relatos de Finlandia Carme y que forma más chula de terminar con la ecografía, que por mucho que las auroras boreales puedan ser bellas, como contemplar el crecimiento de un niño no hay nada.

    Un saludo!!!

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  17. Hola José Carlos!
    Muchas gracias por visitar mi blog y por tu comentario. Espero que te haya gustado lo suficiente como para volver ;-)

    Cierto, pero para poder compararlo necesito ir DESCUBRIENDO EL MUNDO!!!!!

    Oye, si vuelves, ya me dirás cómo has llegado hasta mi blog...siempre me gusta saberlo.

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  18. Hola
    cuanto tiempo estuviste y en que epoca?? lo digo por que dices no viste auroras, mi marido me tiene loco, quiere verlas, aunque yo no creo que sea tan facil.
    overseas

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  19. Overseas, estuve 3 meses. Cogí el otoño y parte del invierno.

    Lo de las auroras sólo es cuestión de suerte. No todo el mundo es afortunado con ellas...

    Y fíjate que estoy segura de que la próxima vez, será cuando las vea.

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