lunes, 14 de diciembre de 2009

48 HORAS EN BÉLGICA (BRUJAS Y GANTE)

El mismo día que me dieron un bofetón emocional que me hizo bajar de golpe a la Tierra con mensaje incluido, compré el billete a Brujas. El bofetón emocional al que aludo, era el último capítulo de una brevísima historia que se inició y terminó en Turquía. Así que este corto viaje a Bélgica (y su preparación) me ayudó a dispersar mi mente sobre aquel asunto.

Cesc, Sonia y yo nos lanzamos y finalmente nos vamos a Brujas. Ambos son buenos amigos con los que tengo una química excelente. Es nuestro primer viaje juntos, y siento una gran expectación.
Incluso la compra de los billetes fue pecualiar: Sonia y yo lo compramos simultáneamente mientras "hablábamos" via chat. Con los billetes en mano, decidimos ir mirando alojamiento.

Al recavar información sobre Bélgica, pronto me doy cuenta de que este pequeño país es grande en cuanto a historia, arquitectura, cutura...y decido que su capital, Bruselas merece una visita en exclusiva, aunque deba ser durante un fin de semana. Pero vamos por partes; antes algunos datos prácticos.

Bélgica se compone de tres regiones: Flandes (al norte), Bruselas y Valonia (al sur). Flandes está dividida en 5 províncias:

*Amberes
*Brabante Flamenco
*Flandes occidental
*Flandes Oriental
*Limburgo

Brujas es la capital de la província de Flandes occidental y se encuentra a 90km de Bruselas.
Bruselas cuenta con una población de más de 10 millones de habitantes. No existe desfase horario con respecto a España. Los tres idiomas oficiales son el francés, neerlandés en su variedad flamenca y alemán.







Al llegar, la sensación es como de haber dado un salto hacia atrás en el tiempo. Brujas está anclada en la época medieval en cuanto a arquitectura, y cuando paseas por sus calles parece que el tiempo se detuvo aquí en el año 1400. Esta ciudad tiene mucho que ofrecer y para descubrir sus muchos tesoros el viajero necesitará algo más que un fin de semana, pues a pesar de que parece que el tiempo se detuvo aquí, no hace más que correr cuando uno visita la capital de Flandes occidental. Es un juego divertido el del tiempo aquí.






Al ir en pleno diciembre las temperaturas han sido bajas (entre 4ºC y 0ºC durante el día) pero nos ha hecho un Sol radiante y nada de viento.
La opción que hemos escogido para desplazarnos hasta aquí ha sido un vuelo low cost con Ryanair vía Girona. El vuelo llega a Charleroi, una ciudad a 60km de Bruselas y a 153km de Brujas. La duración ha sido de 1h 45' a la ida, y de 1h 30' a la vuelta.


Cesc, Sonia y yo acordamos encontrarnos en la estación de autobuses de Barcelona Nord poco antes de las 14h, que es cuando sale el bus que nos lleva al aeropuerto de Girona en un trayecto de una hora de duración.

Así que el viernes al salir del trabajo, me dirijo con mi trolley hacia allí. Al llegar, mientras subo las escaleras del metro, pesqué con las manos en la masa a un chico que me había abierto el bolso (utilizo una mochila pequeña, raras veces bolso) y estaba intentando robarme.
Nunca antes había hablado de esa manera violenta, echándo la bronca y amenazando a un desconocido; claro que nunca antes me habían intentado robar. Esa fue mi reacción.

Afortunadamente el chico no ha conseguido sustraer nada de mi mochila, lo que no quita que me me deje convertida en un manojo de nervios, en una bomba de relojería que debe contenerse y no explotar...

He de decir que nunca había tenido que ir a coger ningún autobús a la estación del Norte, así que cuando entré, tuve que preguntar, lógicamente. Al dirigirme al piso superior, tal y como me han indicado, veo una cola frente a unas taquillas de diferentes compañías de autobuses de larga distancia. Me coloco en la cola casi por inercia, pero le pregunto a la persona que está justo delante si es ahí donde se compran los billetes para el aeropuerto de Girona. El señor, prácticamente sin girarse me dice: "no sé" Le pregunto entonces si quizá se trate de un punto de información. Me repite un lacónico: "no sé" Bastante mosqueada quiero hacerle la última pregunta: ¿Pero usted sabe qué cola está haciendo? pero no me deja terminar la pregunta..."que no sé" me interrumpe. Me giro, y a la chica que ha llegado tras de mi y está observando la escena medio divertida, medio perpleja, le digo: "simpatía no la hay en todas partes" y me marcho echando humo por la cabeza y pensando en la madre del chico que me ha intentado robar en las escaleras del metro, y en la madre de este señor.


Me dirijo al otro extremo del vestíbulo y en la primera posición de una cola, diviso a Sonia. Me acerco a ella (saltándome la cola nada más llegar, se siente) y le digo: "Hola guapa. ¿A que no sabes lo que me acaba de pasar?" Sonia, feliz y ajena a lo que acaba de ocurrirme en el metro, me dice: "luego me lo cuentas cielo, vamos a coger los billetes" y me quedo ahí, con la palabra casi en la boca y mi dedo índice alzado indignado dispuesto a contar lo de mi conato de robo...pero me fue bien tener que esperar a compartirlo con ellos, porque así me serené que buena falta me hacía.

Cesc se unió al poco con nosotras. Ellos dos llevan una pequeña mochila como único equipaje; yo, al no tener ninguna mochila de ese tamaño tuve que echar mano de mi trolley. Aunque como ya estaba informada, dejé espacio suficiente para meter mi bolso a la hora de entrar al avión. El trayeco de una hora hasta Girona transcurre sin incidentes. Quizá mencionar, que al haber realizado el check-in online, no tuvimos que hacer ninguna cola en el mostrador de facturación (bueno, la hicimos porque no caímos en que eso del check-in online es para evitarte esa cola precisamente)


Al llegar al mostrador, justo antes de subir al avión, me hicieron meter mi pequeña mochila (bolso) dentro del trolley...como no. Realicé la operación sin problemas y "pá dentro"

Mientras camínabamos por el pasillo del avión, buscando asientos, un señor increpó a Cesc algo así como "....estáis taponando el pasillo!". Yo hubiese llegado hasta el señor, y cogíendo sus mejillas con mis pulgares e índices, como cuando las religiosas nos reprendían de niños y le hubiese dicho: "nooooo, no estamos taponando nada; estamos buscando asiento. Recuerde usted que Ryanair no numera los asientos, y que aquí va por orden de llegada" Pero en lugar de eso, me limité a arquear la ceja y recordar que gente incívica y grosera hay por doquier.


Mientras el avión sobrevuela Francia, se va entretejiendo sobre nosotros la red que nos enlazará durante las próximas horas. Una red invisible que hará que sintonicemos en muchos momentos (la mayoría) la misma frecuencia, y que a la vez podrá marcar pequeños "agujeros" puntos flacos en donde no nos pondríamos de acuerdo, o tal vez dibujase algún "choque"

Tomando como dimensión temporal el fin de semana, pronto nos pusimos unos motes los unos a los otros.

A las 19:15h aterrizó en el aeropuerto de Charleroi el vuelo, procedente de Girona y del cual descendieron una envidiosa con mucha presencia (o eso creía ella) un desubicado que nada contracorriente y una negra que se creía blanca.

Que nadie se asuste: estos motes nos los pusimos nosotros mismos y forman parte de esa intimidad que atesoran los compañeros de viaje, y lo más importante: son DESDE EL CARIÑO. Pues no nos echamos risas con esto ni nada....








SONIA, CESC Y YO (EN MEDIO) A NUESTRA LLEGADA AL AEROPUERTO DE CHARLEROI




Llegamos al hotel a las 23:30 de la noche, al aeropuerto a las 19:15h...¿qué hicimos en esas 4 horas? Pues recorrer los más de 150 km que separan el aeropuerto de Charleroi de Brujas. Y para ello utilizamos el autobús y el tren. A estas alturas de mi vida creo que me va tocando reconocer que creo que el autobús es el medio de transporte que menos me gusta. Uf! me agobia muchísimo!!! Sólo fueron 45' hasta Bruselas MIDI (ni idea de qué es "midi") una vez allí cogimos un tren que en una hora nos dejó en Brujas. Y una vez en la estación, cogimos otro autobús (pero esta vez metropolitano) y en 10' bajamos en el centro.

El traslado aeropuerto-Brujas es muy sencillo:

Al salir en la puerta de llegadas, a la derecha hay un puestecito. Ahí se compra el billete de autobús (nosotros lo compramos ida/vuelta)


Una vez en la estación de tren, hay que caminar durante unos 8' (y creedme que si piensas que pierdes el tren, el pasillo parece no terminar nunca!) aunque creo que lo más recomendable es preguntar una vez en la estación.
El precio del bus: 22€ (ida/vuelta)
Billete de tren: 9€ (ida/vuelta)
Billete de bus metropolitano: 1'60€ (por trayecto)



Al llegar a Brujas, sin mirar el mapa, y como única referencia del hostel que la calle dónde se encuentra, recurrimos a algo infalible y que funciona en cualquier lugar del planeta donde te encuentres: PREGUNTAR.

Lo hicimos en 3 ocasiones. El primer chico, muy amablemente nos indicó en dirección contraria y cuando estábamos a escasos 30 metros de la puerta (sin nosotros saberlo obviamente); la chica llevaba un pedo importante de alcochol y posiblemente también se habría fumado algún porro que otro, y no le creímos cuando nos dijo algo así como que la calle se cruzaba con otra de nombre idéntico, o que cambiaba el nombre...bueno no sé. Lo que sé, es que perdió toda la credibilidad cuando vimos que estaba de pie justo encima de un par de botellas de cervezas rotas; vimos un par de chicos que nos dijeron que podíamos preguntar en su hostel, ¡que estaba en dirección opuesta hacia donde debíamos dirigirnos!




Finalmente, y tras caminar durante un buen rato, llegamos al Charlie Rockets Hostel La primera impresión no fue muy buena precisamente, ya que este hostel sufre una importante mutación de día y de noche. De noche, que es cuando llegamos, es un ruidoso bar, lleno hasta los topes de gente fumando (muchísimo), jugando a billar, y con la música a un volumen que hace imposible una conversación en un tono de voz normal.





Nos dieron la habitación nº 18. 6 camas dispuestas en 3 literas y el baño compartido. Pero estaba limpio y la verdad es que dormimos muy bien. Y las condiciones de insonoración son excelentes! Ni Sonia, ni yo caímos en hacer una sola foto de la habitación...pero podéis verlas en su web.




Precio de 2 noches en dormitorio de 6 camas: 34€



Puedes alquilar una toalla de ducha por 1€




Desayuno, que no está incluido en el precio de arriba: 3€ a base de café, cacao, infusiones, tostadas, cereales, mantequilla, mermelada, queso para untar. Suficiente para desayunar, al menos para nosotros.

Dejamos los bartulillos y salimos a ver si podíamos cenar algo.







EL HOSTEL POR LA MAÑANA




Dada la hora que era, más de las 12 de la noche, tuvimos que conformarnos con lo que encontramos abierto. Y resultó ser una fábrica ambulante de grasas, triglicéridos y demás sustancias que van tan bien para estrechar el diámetro de arterias y ampliar el perímetro del abdomen: una hamburguesería ambulante que también hacía patatas fritas.

Muertos de frío nos comimos unas hamburguesas en la plaza principal de Brujas. Y después fuimos a pasearnos de noche por esta ciudad que parece sacada de un cuento de Dickens (lo sé, Dickens era inglés y pertenece a la etapa Victoriana)



Nuestros pies se detuvieron ante la taberna más peculiar que podíamos haber hallado aquella noche. Aunque lo realmente peculiar, era su propietario. Pero el tabernero y de lo ue allí aconteció, hablaré más adelante.



SÁBADO 12 DE DICIEMBRE



El sábado decidimos dormir "un poco" y nos levantamos a las 9h Desayunamos y nos fuímos a recorrer la ciudad.



Hacía mucho frío, pero un Sol radiante que ayudó algo...caminamos, hicimos muchas fotos (sobretodo Sonia) y caminamos más.



¿QUÉ VER EN BRUJAS?



Si sólo disponemos de un fin de semana para descubrir esta maravillosa ciudad, esta es mi selección de "imprescindibles"



La Grote Markt



También conocida como la "plaza del mercado" cubierta de adoquines, es el centro de Brujas, junto con la plaza Bruge. Antaño se celebraban mercados, ferias, justas medievales y ejecuciones públicas.



Aquí se encuentra la torre más poderosa de la ciudad: el campanario Belfort (y al que nosotros bautizamos como "Torre Mordor" en honor a la novela de J. R.R. Tolkien) es de estilo gótico con 83 metros de altura, y si subes sus más de 300 escalones podrás gozar de unas panorámicas de la ciudad únicas.



Desde esta plaza pueden cogerse los autobuses que van a la estación de tren.



Plaza Bruge



Contigua a la anterior, en esta plaza se encuentran el ayuntamiento y la Basílica de la Santa Sangre, que guarda una reliquía de la sangre de Cristo traída de Tierra Santa por el Conde de Flandes.




Los canales



Una excursión en barca, nos brindará la oportunidad de ver Brujas desde la perspectiva "del agua" y también puede hacerse en invierno. Precio de la excursión: 6€




Catedral de San Salvador



Es la iglesia más antigua de Brujas y su reciente restauración hace que su torre de 100 metros de altura no pase desapercibida para el viajero.





Y así, paseando entre risas, charlas y mucho frío, fuimos comprobando que Brujas está llena de rincones maravillosos, vistas espectaculares y que la magia casi puedes palparla estirando un poco los dedos.






Compruébalo tu mismo/a...

















A media mañana decidimos hacer una parada para calentarnos a base de un buen chocolate belga. Continuamos nuestra excursión, paramos a comer en un restaurante chino, y por la tarde, mientras Cesc se paseaba por algún museo para contemplar la pintura flamenca de cerca, Sonia y yo decidimos hacer una rapidísima escapada a Gante. Poder decir que habíamos sacado el morro por allí...





GANTE



Al fondo la Catedral de San Bavón











CASTILLO DE GRAVENSTEEN (Castillo de los Condes)



Gante es mayor que Brujas. En el s XVI, fue la ciudad medieval más grande de Europa, por detrás de París. Se encuentra a 30' en tren de Brujas; y lo mismo se tarda desde Bruselas. Su patrimonio aquitectónico medieval está conservado al detalle.



Hay muchísimas tiendas donde uno puede hacerse con cualquier souvenir: chocolate, cerveza, artesania, jabones perfumados... y los locales donde degustar su famosa bebida están repartidos por toda la ciudad.



Para una escapada de una tarde, imprescindibles:



El Castillo de Gravensteen



La Catedral de San Bavón



Pasear por sus calles, parques y plazas.



Huelga añadir, que Gante es muchísimo más que las 3 reseñas que menciono como imprescindibles, pero si alguien lo hace como yo, es decir, realizar una escapada de 3 horas desde Brujas, considero que esto es lo mínimo que no hay que perderse.



Por la tarde-noche, nos reunímos con Cesc en el hostel y fuimos a cenar a un italiando que nos recomendaron en el restaurante (italiano también) que había al lado del hotel. Tenían unas pizzas muy buenas.



Decidimos volver a la taberna de la noche anterior, aquella donde habíamos disfrutado de una cerveza y que poseía un clima mágico.



Debo explicar que a mi no me gusta la cerveza, pero en esta escapada decidí darle una oportunidad con mis papilas gustativas lo más objetivas posible.



Sonia repitió cerveza, pero Cesc y yo decidimos probar algo nuevo, al fin y al cabo ¡estábamos en Bélgica! Siguiendo la recomendación del tabernero nos sirvieron una que me gustó más que la de la noche anterior, y aquella me gustó muchísimo.



No suelo beber alcohol, así que cuando llevaba pocos tragos estaba muy contenta. Nos empezamos a relajar, y permitimos que la luz que allí había, la única que proporcionaban las velas, nos envolviera, junto a las notas de la música, que dicho sea de paso era una música cuidada, clásicos y estándars de diferentes épocas.

Nos gustó ver que el camarero parecía flotar de un lado a otro del local. Mientras se movía por la barra, por las mesas...silvaba. Aquél hombre había construido en aquella taberna su mundo. Parecía que no quería saber nada de lo que ocurría de puertas para afuera. Transmitía que no necesitaba nada más que lo que tenía entre esas cuatro paredes.

Se produjo un incidente que nos dejó perplejos, aunque LUEGO nos reímos muchísimo. Cuando pedimos la 2ª ronda, comenté que haría una reseña sobre este local en mi blog, y Cesc, con toda la buena fe del mundo me instó a que le comentara al camarero si tenía algún inconveniente. Yo le dije a Cesc que no se lo iba a preguntar, que eso no puede molestar a nadie: la publicidad gratuita de tu local. Cesc insisitó, yo me negué, volvió a insitir, y sin saber cómo acabé preguntándoselo al camarero, quién resultó no estar muy de acuerdo.

A mi pregunta: "Le importaría que mencione su local en mi blog de viajes" Su respuesta fue: "¿De qué país sois?" yo respondí "De España" y bueno, lo que sucedió a partir de aquí es difícil de explicar. Se hizo el silencio, las otras 2 mesas que estaban ocupadas enfocaron su atención hacia la nuestra, creo que la música también se detuvo, incluso diría que la llama de las velas se detuvo.

El camarero me dijo "No me gustan los españoles. Normalmente los odio. Son ruidosos, no consumen y el otro día 3 clientas se marcharon sin pagar después de estar 3 horas con 1 cerveza"

No sé si el lector podrá imaginar la cara que se me quedó...no atiné a contestar nada. De repente, los clientes de la mesa de al lado comenzaron a reír, y el tabernero, dijo algo así como que "él era así" lo que venía a decir que "aquello" que habíamos presenciado (sufrido diría yo) formaba parte del local...un humor quizá un tanto inglés (?)

Pasados los primeros segundos de descoloque (¿esto es una bronca, o una broma?) nos relajamos y pudimos esconder nuestras lenguas (eh Cesc y Sonia?) pero hubiera sido un punto que alguien nos hubiera hecho una foto en aquel momento: la cara de memos que se nos puso no tiene precio, no me cabe duda!






PARA ACABAR

Si nuestra intención es pasar el fin de semana tan sólo en Brujas, y tal vez acercarnos a Gante, no recomiendo alquilar un coche, ya que Brujas está diseñada para recorrerla a pie y en bici. El estacionamiento no es gratis y las dimensiones de la ciudad permiten olvidarnos del coche.

A modo de conclusión, diré que quizá un fin de semana se queda justo para poder disfrutar de Brujas, y desde luego el tiempo se ha de ampliar si lo que queremos es acercarnos a Gante.

Pero me gustaría decir que ha sido una experiencia muy positiva en todos los aspectos. Siempre estamos aprendiendo, al menos esa es la idea. Y desde luego, relacionándonos podemos aprender más sobre nosotros mismos que si nos quedamos solos y lo hacemos todo solos.

Yo puedo manifestar que ME ENCANTARÍA repetir algo así con ellos. Son personas con las que es muy fácil todo.

Cesc, Sonia GRACIAS!! Un placer y espero que volvamos a hacerlo. Budapest, Viena, Fez...¡dónde queráis! lo importante es la compañía.

¿CUÁNTO CUESTA?

Vuelo con Ryanair: 45€



Traslados aeropuerto: 51€



Alojamiento+desayuno: 18€ la noche



2 cenas y 2 comidas: 60€ aprox



Extras (cafes, cerveza...) 30€



TOTAL----------------224€



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