Este fin de semana leía la reflexión de un periodista respecto a un curso de meditación de un conocido servicio de streaming. No le gustó. Como él mismo dijo en otra reflexión, él solo divaga y a veces siente la tentación de escribir posicionándose de forma directa, porque así se ahorraría la condescendencia que van a verter a modo de comentarios quienes discrepan de "no se sabe exactamente qué", dado que él no lanza teorías, sino que reflexiona sin acabar de llegar a una postura concreta.
He de confesar que al empezar a leerle hace unos meses (algo que disfruto) caí en ello. Me refiero a que dejé, en otra divagación suya, un comentario en el que discrepaba e, imagino que, mi desacuerdo iba cargado de más condescendencia de la que mi ego quiere reconocer.
Gracias a su pequeña divagación sobre el capítulo de meditación, he visto el trailer y he decidido que le voy a dar una oportunidad. Veamos si a los quince minutos me ocurre como al escritor y concluyo que "solo podré relajarme si estrangulo al locutor".
Y, aunque realmente, mi amigo escritor no se está posicionando contra la meditación, tampoco invita con su conclusión a darle una oportunidad. Pero esto no es responsabilidad de él, sino del lector. Ya lo dijo Jodorowsky "Soy responsable de lo que digo, no de lo que tú entiendas". Pues eso. De lo escrito es dueña la mano, pero de lo que hacemos con lo leído, solo nosotros somos los responsables.
La meditación llegó a mi vida hace más de veinte años y, aunque no he sido constante practicándola, mentiría si dijera que no me aporta beneficios, empezando por aumentar mi bienestar y aportándome estabilidad emocional y una mejor gestión de mis emociones. Me parece una herramienta poderosa para elevar nuestro estado interior y mejorar nuestra calidad de vida. Es gratis y solo aporta riqueza.
Internet está lleno de fuentes de información, de lugares en los que buscar guías para meditar. A coste cero. Y como propósito para este nuevo año, adquirir el hábito de la meditación es un gran propósito (gratis, repito).
Todo el mundo habla de cambiar el mundo pero la clave está en cambiar uno mismo.
.jpg)
